Esto es un pequeño vehículo en el que quiero subir a todos esos pequeños trozos de mi mismo, esparcidos por ahí, para hacerlos llegar a todo aquel que le puedan interesar. No es poesía, tampoco es prosa, solo son escritos sin importancia derramados por el tiempo, sin cronología y sin sentido. Son como fotos de sentimientos vividos en algún momento, en algún lugar...
martes, 10 de enero de 2012
CARTA DE UN EMIGRANTE
La inmigración es un fenómeno hasta hace muy poco desconocido para nosotros hasta el punto de que hemos pasado a ser en muy poco tiempo de emisores a receptores. Creo que pocas veces nos paramos a pensar lo que siente una persona que se ve privada de su familia y de su entorno por sus necesidades económicas, por eso he intentado entrar en la mente y el corazón de uno de ellos para pensar en lo que le gustaría decirnos o, más bien, lo que le gustaría pedirnos. No es una carta de reproche porque quizás para ello habría motivos por ambas partes, es una carta de una persona a otra en la que le intenta expresar sus sentimientos y sus carencias. Ya sé que es un ejercicio complicado el intentar pensar y sentir con la mente y el corazón de otros pero creo sinceramente que si lo practicáramos más, aprenderíamos a comprender mejor a los demás.
---------------------------------------------------
CARTA DE UN EMIGRANTE A UN AMIGO DEL PAIS
Estimado amigo:
Antes que nada quiero decirte que te deseo lo mejor para ti y para tu país que tan generosamente nos acoge y ayuda, pero, si no te importa, me gustaría hacerte algunas consideraciones que, aunque son obvias, a veces parecen olvidarse. Son reflexiones que acuden día a día a mi mente y que me gustaría compartir contigo:
· Es cierto que yo dejé mi país buscando mejores horizontes para mí y para mi familia. Es cierto que esperaba encontrar aquí las oportunidades que allí me eran negadas. Es cierto también que solo la necesidad pudo llevarme a abandonar familia, amigos y cultura, pero te pido encarecidamente que no me lo recuerdes día a día, que no hagas más difícil mi ausencia y mis carencias recordándomelas. Que no me utilices de trampolín para sentirte más alto y más fuerte, ya es demasiado duro para mí. Debes saber que te agradezco tu acogida pero, por favor, no me eches más veces en cara tu ayuda.
· Creo sinceramente que todos pertenecemos a la misma raza humana y que unos hemos tenido más suerte que otros al nacer pero también creo que esto no debería ser motivo de exclusión ni de desmedido orgullo porque no es ni mérito de unos ni demérito de otros.
· No es mi intención quitarte tu trabajo ni tu sustento, solo pido hacer aquello que tu no estás dispuesto a hacer o, por que no decirlo, aquello que tu no sabes hacer y yo sí.
· Mi país es pobre y el tuyo no, pero ayer y mañana pudo o puede ser al revés y a vosotros os gustó u os gustaría recibir el mejor de los tratos al veros obligados a dejarlo todo por el dudoso demérito de una sociedad mal gestionada por sus dirigentes.
· Tus creencias éticas y religiosas te impulsan a decir que es injusto el reparto actual de la riqueza, que hay demasiada pobreza en el mundo y que los ricos son demasiado ricos y los pobres demasiado pobres, pero rápidamente te justificas con la mala gestión y falta de voluntad de trabajo de esos pueblos y dices que hay que enseñarles, que hay que darles las herramientas para que puedan generar su propia riqueza... Pero, la verdad, es que lo que piensas realmente es que tu quieres que se queden donde están y que no vengan a perturbar tu “bien ganado” orden social porque a ti no te importa que tu país dé un montón de millones de euros para cualquier causa (incluso te sientes orgulloso). Lo que si te importa es el que te veas obligado a tenernos aquí, a tu lado, porque nos ves como un peligro, como una competencia, como unos advenedizos que no se han ganado el derecho a compartir tu espacio ni tus recursos.
· Yo tengo necesidad de ti y solo te puedo pagar con mi trabajo. Con mi esfuerzo y el tuyo estamos haciendo cada día más grande a tu país y estamos construyendo un nuevo futuro para la humanidad hasta intentar llegar a ese soñado mundo sin fronteras al que cada uno aporte lo que puede y lo que sabe, en el que la mezcla de culturas y razas sea un hecho enriquecedor y no discriminatorio. No me niegues mi derecho a poner mi granito de arena en ese utópico porvenir.
· Aquí estamos llegando gente de todas las condiciones y entre ellas también han llegado algunos indeseables, gente de mal vivir y malhechores y yo, más que tú, me avergüenzo de ellos y los detesto porque te han llevado a pensar que todos somos un peligro potencial para ti. Al oír tus comentarios llego a pensar que aquí nunca hubo ni un solo delincuente. Escucho día a día como se antecede el gentilicio a cualquier indeseable que no sea de este país pero nunca vi ponérselo cuando se trataba de uno de tu tierra y eso en poco o nada beneficia nuestra necesaria y obligada convivencia.
Podría decirte muchas más cosas que pudieran parecer negativas y que dieran a entender un desagradecimiento por mi parte pero como esto no es así, como yo estoy realmente agradecido de que me des la posibilidad de compartir tu tierra, tu cultura y tus recursos, solo quiero pedirte que recuerdes siempre lo duro que estar lejos de tus seres queridos por los que eres capaz de malvivir para mandarles lo necesario para su subsistencia, lo duro que es amanecer día a día sin la sonrisa de tus hijos, sin el apoyo de tus amigos, sin la rutina de tus costumbres. Intenta comprenderme un poco y perdonarme mis posibles malos momentos, yo te aseguro que, día a día hago un gran esfuerzo por acercarme a ti. No me rechaces.
Agradeciéndote una vez más tu atención y tu ayuda te saludo muy afectuosamente,
Un Emigrante.
----------------------------------------------------
Alguien puede ver en esta carta más reproches que gratitud... No lo sé, solo he intentado meterme en la piel de las personas que han llegado hasta nosotros para hacer el trabajo que sea (casi siempre el que no queremos hacer nosotros) y que creo que pueden llegar a pensar que solo están aquí porque les necesitamos y por lo tanto el agradecimiento en este caso no creo que vaya más allá del que siente un empleado por el jefe que le emplea y le paga (No confundamos al inmigrante con el delincuente o pordiosero que vive de nuestros descuidos o nuestra limosna).
En los servicios de extranjería se les trata como a verdaderos borregos, haciendoles soportar interminables colas y retrasos de muchos meses para entregarles sus documentos y, en el peor de los casos, tratos vejatorios y prepotentes.
Se les margina con el ya clásico "yo no soy racista pero...".
En muchos casos se les da sueldos inferiores a los demás y se les hace trabajar más horas de lo debido.
En las calles y lugares públicos se les mira con prevención y precaución...
Es cierto que aquí encuentran algo más de lo que dejaron y que por ello deben de estar, y lo están, agradecidos, pero no es menos cierto que ellos también aportan mucho a la economía de nuestro país y por ello piden un trato igualitario en todos los sentidos... No son reproches, son peticiones.
P.D.: Y, por si alguien lo duda, soy español desde mis más antiguos ancestros y siempre he vivido en España.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario